PHOENIX — Cuando Rubén Almanza recogió a su hijo de la escuela la semana pasada, se dio cuenta de que algo andaba mal.
“Se estaba tapando el ojo y tenía lágrimas en los ojos”, mencionó Almanza.
Su hijo de 10 años, Rubén Almanza II, asiste a Legacy Traditional School Laveen. Cuando Rubén se quitó la mano de la cara, Almanza dijo que su hijo tenía un ojo morado e hinchado con un corte de media pulgada debajo.
El alumno de quinto grado le contó a su papá que un compañero lo golpeó en la cara con un contenedor de plástico dentro del salón de clases.
“Me sentí impotente, como si no pudiera estar ahí para él”, mencionó Almanza.
Almanza llamó a la mamá de Rubén, Marissa Vásquez, y le contó la situación.
“Fue una sensación aterradora”, explicó Vásquez.
Llevó a Rubén a la sala de emergencias para que lo revisaran. Vásquez dijo que el estudiante que atacó a su hijo lo había acosado en el pasado.
“Dos semanas antes, el pequeño Rubén fue golpeado contra el suelo”, dijo.
Tanto Vásquez como Almanza estaban molestos por la forma en que la maestra manejó el ataque. Afirmando que le dieron a Rubén una bolsa de hielo y luego lo enviaron afuera porque habían terminado las clases.
“Nadie revisó su ojo, nadie lo envió a la enfermería”, dijo Vásquez.
Los padres hablaron con el director de la escuela sobre lo sucedido. Afirman que les dijeron que habría consecuencias "severas" por las acciones del estudiante.
Vásquez creía que eso significaba que pondrían al niño en otra clase o lo expulsarían. Sin embargo, unos días después el niño Rubén les dijo que el estudiante había regresado a clases.
Un funcionario de Legacy Traditional Schools envió a 12News una declaración en la que la administración estaba al tanto del altercado físico y llevó a cabo una investigación. También escribieron que se le dieron al estudiante las consecuencias apropiadas, pero no pudieron revelar legalmente cuáles fueron esas consecuencias.
Consecuencias que ambos padres creen que las medidas no fueron lo suficientemente duras.
“No estoy diciendo que le arrojen el libro, pero creo que un poco más de tres días”, dijo Almanza.
“Este niño usó un objeto físico y le abrió el ojo a nuestro hijo. Eso no es una suspensión de tres días”, dijo Vásquez.
Ahora, dijeron que Rubén tiene miedo de ir a clases y Vásquez está trabajando para transferirlo a una escuela diferente, dado el acoso y la respuesta de la escuela.
“Esta escuela debe asumir toda la responsabilidad por descuidar a mi hijo en un momento de necesidad y luego por no dar las consecuencias correctas para un niño que agredió a nuestro hijo”, dijo.
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