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25 años después del tiroteo en la escuela Columbine, los seres queridos de las víctimas piden que nunca los olvidemos

Los seres queridos de las víctimas del tiroteo han vivido sin ellas durante 25 años; el tiempo les ha ayudado a pasar del duelo a la celebración de sus vidas.

Kim Christiansen, Chris Hansen, Melissa Reeves (9NEWS), Antonia Velez

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Published: 5:05 PM PDT April 20, 2024
Updated: 8:19 AM PDT April 22, 2024

Un día de abril, hace 25 años, vimos el dolor de 13 familias. Sus pérdidas fueron sentidas por personas mucho más allá de la comunidad de Columbine High School. El dolor se extendió por todo el estado, por todo el país y por todo el mundo. 

Los 13 rostros que le corresponden a esos 13 nombres estarán para siempre en nuestros recuerdos. Sus historias generaron cambios a lo largo del país en cuanto a cómo las escuelas y los departamentos de policía responden a tiroteos en escuelas. 

Con el pasar de los años, hemos llegado a conocer a algunos de los seres queridos de las víctimas, ya que muchas veces regresamos a ellos cuando reflexionamos. Este año, nos sentamos con algunos de ellos a preguntarles lo siguiente: “¿Qué quisieran que hiciéramos ahora que nos acercamos a los 25 años desde ese día?” 

Compartieron con nosotros lo que desearían que supiéramos sobre las personas que perdieron. Eran más que un simple hijo o hija, hermano o hermana o padre y abuelo para aquellos que dejaron atrás. 

Son cosas pequeñas y cosas grandes. La fotografía tomada por una cámara Kodak Instamatik, la camioneta que permanece en la familia, los diarios de una adolescente, las señales de carretera con el apellido de la familia, y todas las fotos. Todos los momentos. Los bebés, los niños pequeños, los preadolescentes.  

Las familias de los 13 que murieron en Columbine High School atesoran esos días pasados y tienen que vivir con los días malos. Hablan sobre la niña que tenía la capacidad de ser chistosa. El niño tímido que intentó empujarse a hablar en público. El hermano que separó tiempo para construirle una casa de Barbie a su hermana. El amigo con el humor seco que hacía reír a sus amigos todos los días. El padre al que le encantaba entrenar a sus hijos y abrazar a sus nietos. El hijo que amaba el fútbol y e ir a acampar, y que trabajó duro para ahorrar dinero para su primer auto. 

Todos estos recuerdos viven en los corazones de las familias que hemos llegado a conocer. Estas son las personas que han compartido su dolor con nosotros y nos han bendecido con su tiempo.  

Ellos te dirán que nunca saben cómo se van a sentir el 20 de abril. Es distinto cada año. Es distinto cada día también. Muchas de las vidas perdidas habrían cumplido 40 años este año o el pasado. Han aprendido a no preguntarse nunca, “¿qué pasaría si...?”, porque nunca lo sabrán. No saben lo que pudo haber sido. Ese es uno de los pensamientos más difíciles de comprender. 

Pero el no saber no les puede quitar lo que ya conocen. Ellos saben lo que fue, gracias a todos los años que tuvieron juntos. 

Aún no pueden olvidar esos días. Y nos piden que nunca nos olvidemos de este día. Nos piden que nunca olvidemos a esas 13 vidas preciosas. 

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