Ayer por la noche, mientras mi hija y yo nos preparábamos para “su mejor día” (como ella dijo) me compartía que su mejor amiga le preguntó “¿Por qué existe el Día de San Valentín?” La respuesta de mi pequeña de nueve años fue sencilla, “Solo porque existe”.
Esa pregunta se me quedó en la mente toda la noche. Además de que cuando tuvimos que hacer una parada a la tienda, me dice Cielo (mi hija) “Mami, parece Navidad.” Había mucha gente comprando regalitos de última hora y pensé, “¿cuántas de estas personas sabrán el verdadero motivo de la celebración?”
Como muchas de las celebraciones, la de San Valentín o el día del Amor y la Amistad, quizá muchos no sabemos de dónde viene.
Empezaré por San Valentín, Valentín fue un sacerdote Romano que llegó a ser obispo, fue perseguido por su fe, vivió en el siglo III y fue uno de los primeros mártires de la iglesia católica que murió por defender el amor.
Claudio II, el emperador prohibió en esa época la celebración de los matrimonios, ya que según él los hombres solteros y sin familia eran mejores soldados. También se dice que no era bien visto que una joven cristiana se casara con un joven pagano.
Al sacerdote le pareció injusto este decreto y empezó a celebrar matrimonios en secreto. Cuenta la historia que el 14 de cada mes, Valentín casaba a los jóvenes enamorados.
Debido al prestigio que Valentín tenía en Roma, el emperador Claudio lo mando llamar al enterarse de los matrimonios secretos. El sacerdote trató de convencer al emperador, pero el ejército y el gobernador lograron persuadirlo a que le cortara la cabeza a Valentín.
Cuenta la historia que Claudio lo mando encarcelar, pero el oficial Asterius lo quiso ridiculizar y ponerlo a prueba. Le pidió que le devolviera la vista a una de sus hijas que había nacido siega, el sacerdote aceptó, y en el nombre de Dios, le devolvió la vista.
Aun así, el emperador ordenó que lo martirizaran y fue ejecutado el 14 de febrero del año 270. La historia dice, que la joven a la que le devolvió la vista, le llevo flores rosas a su tumba y de allí nació el símbolo de amor y amistad. Aunque también se dice que el sacerdote le regalaba a cada pareja que casaba una rosa.
Sus restos se encuentran en la Basílica de San Valentín en la ciudad de Teri, Italia, donde cada 14 de febrero van novios que se comprometen para contraer matrimonio el siguiente año.
La iglesia católica representada por el papa Gelasio I, declaró por primera vez alrededor del año 489 la fiesta a San Valentín.
Como muchas otras festividades, se ha perdido el sentido y se ha comercializado. Las flores, chocolates, tarjetas, monos de peluche son algunos de los regalos típicos de la ocasión.
Es más fácil decirlo que hacerlo, pero el sentimiento del amor se puede expresar todos los días, no tiene que ser un regalo costoso, muchas personas solo esperan una llamada, un saludo, un abrazo, una mirada.
¡Feliz Día de San Valentín!
