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Un largo viaje para llegar a casa: Migrante lucha por su identidad

El buscar asilo en Estados Unidos se está convirtiendo en un proceso cada vez más complicado en muchas ocasiones poniendo miembros de la comunidad LGBTQ en riesgo.

PHOENIX — En un rincón de la cocina hay tamales, en otro alguien moldea con las manos una bola de masa. Son los preparativos para las celebraciones del Día de los Muertos. El aroma de los frijoles se mezcla con el murmullo de las personas hablando por encima de la música. En las afueras, una persona tiende adornos de papel picado sobre el techo de la casita. En el interior del inmueble, Deybeth Ruiz saluda y abraza a los invitados que ya empezaron a llegar. Su sonrisa es tan colorida como los carteles y las pinturas que adornan las paredes. Aunque Deybeth no es la persona más ruidosa o más alta, él sobresale dentro del grupo con su personalidad amable y relajada.

Es en esta casita en un barrio latino de Phoenix, en dónde Deybeth finalmente encontró una comunidad y afirmó su identidad. Pero ésta no es una casita común, se trata de la sede de Trans Queer Pueblo (TQP, por sus siglas en inglés), una organización que apoya a las personas LGBTQ latinas, especialmente a los inmigrantes.

Credit: Miranda Cyr
Aron Castillo muestra los acuerdos comunitarios de la organización. TQP pide que un miembro “venga con el corazón y con la mente abierta”.

Deybeth es un hombre transgénero, y llegó a Arizona en el año 2005 huyendo de la violencia en México, según su testimonio.

“Después de haber vivido una golpiza de varios muchachos y después de eso me amenazaron de muerte”, dijo Deybeth de 38 años.

Esta es una historia que parece que ha contado muchas veces, por la calma con la que la cuenta. “Ellos mataron a mi perro y le quitaron la piel y me pusieron una nota diciendo que eso me iba a pasar a mí después de que abusaran de mí. Entonces, pues salí de allí para salvar mi vida”.

No fue sino hasta después de 12 años de vivir como inmigrante indocumentado que entendió que podía solicitar asilo político cuando conoció a la organización TQP.

Hoy en día, el proceso de buscar asilo se está volviendo cada vez más difícil debido a las nuevas políticas impulsadas por la administración del presidente Donald Trump, según expertos de inmigración.

La política nueva de la administración del presidente Trump, que fue autorizada en septiembre por la Corte Suprema, limita el asilo a mucha gente de países de América Central y América del Sur. La corte falló que si una persona que está buscando asilo, pasó por otros países como México y no lo pidió en ese país, entonces no puede recibir el amparo en los EE. UU.

Como parte de la misma política de la administración Trump, en enero se implementó “Permanecer en México” (Remain in Mexico, por su nombre en inglés) como se le conoce popularmente. Su nombre original en inglés es Migrant Protection Protocols, lo que significa que muchas personas que buscan asilo necesitan regresar a México mientras esperan la decisión de una corte.

Debido a un aumento en los solicitantes de asilo, los oficiales necesitan ser más estrictos, según Candia Weaver, una abogada de inmigración.

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Una población vulnerable

TQP empezó su misión en 2014 cuando un grupo de personas LGBTQ latinas decidió ayudar a esa comunidad.

“La mayoría de la gente en nuestro equipo son migrantes”, señaló Stephanie Figgins, la coordinadora de medios para TQP. “Todos son queer o transgénero. Muchas personas han estado encarceladas, ya sea en México o aquí en el sistema de inmigración. Están en la delantera de crear un cambio”.

Figgins explicó que las personas LGBTQ, enfrentan obstáculos para solicitar asilo por la discriminación que ocurre dentro de los centros de detención. Eso hace que muchos se den por vencidos.

También, es difícil recibir la opción de una fianza para luchar su caso afuera, según Figgins. De acuerdo a un documento de la a Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR, por sus siglas en español), para ser liberado, se necesita un patrocinador para obtener la libertad condicional, pero no lo necesita para una fianza. El patrocinador debe ser ciudadano o residente de los EE. UU. Figgins indicó que eso es casi imposible para las personas sin familia o amigos que viven en el país.

Además, Figgins dijo que hay algunas fianzas que son demasiadas caras, a veces de hasta $20,000.

“¿Quién tiene ese dinero?”, preguntó Figgins. “Especialmente cuando sales en la mitad de la noche, escapando de tu país para evitar que te maten”.

Muchas personas LGBTQ, son enviadas al Centro Correccional del Condado Cibola en Nuevo México porque tiene un área especial para personas transgénero. Figgins aseguró que aunque el gobierno diga que son sitios más seguros no es cierto. Aun así enfrentan transfobia, y han habido denuncias de abuso físico y psicológico, al igual que denuncias porque se les negó comida, dijo Figgins.

En junio, 29 mujeres transgénero enviaron una carta a TQP y algunas otras organizaciones para expresar el maltrato que según ellas han experimentado en Cibola.

En mayo de 2018, Roxsana Hernández Rodríguez, una mujer transgénero de Honduras, murió nueve días después de que llegó al centro de Cibola. Esta mujer fue la sexta persona que murió en ese lugar desde octubre de 2017, según un artículo del Washington Post.

En respuesta a reportajes como estos, congresistas como las senadora Elizabeth Warren y la senadora Tammy Baldwin enviaron una carta al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) demandando terminar políticas como “Permanecer en México”, abordar las condiciones en los centros de detención y considerar algunas alternativas en lugar de la cárcel.

Un vocero del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) explicó por un correo electrónico, cómo es el proceso cuando se encuentran con migrantes transgénero en sus instalaciones. Según un Memorando de Atención Transgénero de 2015, oficiales de ICE deben considerar muchos factores cuando se está decidiendo dónde ponerlos. Deciden qué tipo de trato les van a dar dependiendo de cada caso.

“Las decisiones relacionadas con la ubicación de donde se detendrá a las personas se toman caso por caso, teniendo en cuenta varios factores –que incluyen entre otros– la preferencia de una persona transgénero, la seguridad, el bienestar del detenido y sus conecciones con la comunidad”, dijo el vocero de ICE.

Es por denuncias como las mencionadas anteriormente que los líderes de TQP dijeron que decidieron actuar, para ser más proactivos en ayudar a los migrantes a encontrar asilo.

“La única verdad que se prueba a sí misma una y otra vez y otra vez, a lo largo del tiempo es que ninguna persona transgénero o ninguna persona LGBTQ está segura en las manos de ICE”, dijo Figgins.

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Cursos de autodefensa 

TQP ofrece algunos programas para los promotores y los defensores de la comunidad LGBTQ latina. El Proyecto de Justicia de Salud promueve su clínica para los migrantes y los Proyectos de Defensa Comunitaria y Liberación les enseñan sobre el proceso carcelario e inmigratorio.

Figgins explicó que en TQP educan a sus miembros sobre sus opciones para presentar un caso de asilo, porque la falta de información conduce a la inseguridad y al miedo de buscar recursos.

“Esto es en parte porque muchos no saben que tienen un plazo de un año para pedir asilo una vez que llegan al país y no lo solicitan a tiempo”, señaló Figgins. “Pero hay quienes piensan que ya pasado ese plazo todas las puertas están cerradas y no es así”.

La abogada Weaver explicó que si una persona no solicita asilo dentro de un año, la falta de conocimiento de las reglas no es suficiente para que puedan solicitar asilo. Pero si hay un cambio en su situación puede solicitar asilo después de ese plazo. En ese caso necesitaría ser un cambio que pondría su vida en peligro de regresar a su país de origen.

TQP le da ese tipo de información a su miembros porque muchas veces sus circunstancias cambian, y “no entienden que algunas cosas que ellos harían de todos modos actualmente pueden calificarlas para el asilo”, dijo Figgins.

Figgins explicó que si una persona comienza una terapia o tratamiento hormonal o toma otras medidas para armonizar el cuerpo con la mente, es decir con su identidad de género, y regresa  a su país de origen, es más vulnerable.

“Eres más susceptible a esa violencia porque es más obvio que eres una mujer trans”, dijo Figgins. “Por esta razón, puede cualificar para el asilo”.

Credit: Miranda Cyr
Deybeth Ruiz se identifica como un hombre trangénero y heterosexual.

Deybeth solicita asilo

Deybeth dijo que en su país de origen, encontró discriminación y violencia, porque su identidad no fue aceptada en la sociedad.

Un 40.9% de hombres trans y un 53.3% de mujeres trans fueron privados de algún derecho debido a su identidad u orientación sexual en México, según una encuesta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) publicada en 2018.

En el sondeo, se les preguntó a 12,331 participantes si habían experimentado discriminación en los últimos 12 meses. Un 74.8 por ciento de hombres transgénero y 74.4 por ciento de mujeres transgénero respondieron que sí.

Un grupo de profesores de psicología de la Universidad de Colima realizó una investigación sobre la discriminación y los efectos de la transfobia en las personas transgénero en su ciudad de Colima y México. En el estudio encontraron que: “La transfobia se manifiesta de muchas maneras y opera a distintos niveles sociales”.

Además determinaron que: “El prejuicio y el estigma que se cierne sobre estas identidades generalmente conduce a las personas transgénero a condiciones de vida precarias”.

Deybeth dijo que vivió este estigma en carne propia y, como muchas otras personas en la comunidad LGBTQ, por el abuso, la agresión, y la violencia dejó su país rumbo a los EE. UU., sin saber que podía solicitar asilo.

Después de encontrar a TQP, la organización le ayudó a conseguir un tratamiento hormonal. Deybeth hizo cambios de género como una necesidad para su salud mental y física, y debido a esos cambios es que también pudo solicitar asilo.

El proceso no fue fácil tuvo que compartir detalles muy personales sobre su infancia y experiencias traumáticas.

“Mi proceso fue muy difícil porque al estar haciendo mi declaración, se despertaron en mí, muchas situaciones difíciles que viví en mi niñez, e incluso hasta cancelé dos veces mi entrevista por los mismos sentimientos encontrados que se despertaron en mí. Y tuve que tener apoyo psicológico e incluso hasta ver a una psiquiatra para poder ir sanando esas situaciones. Cuando me dieron la tercera entrevista ya fui un poco más relajado porque ya había tenido el apoyo psicológico”.

En julio de 2018, Deybeth recibió el estatus para quedarse en los EE. UU. Eso ocurrió a 30 días después de solicitar asilo mediante lo que se conoce como proceso afirmativo.

Existen dos procesos para solicitar asilo: afirmativo y defensivo. En el afirmativo el solicitante puede hacerlo enfrente de un oficial de asilo, mientras que en el defensivo tiene que apelar su caso en una corte y usualmente ha estado encarcelado.

En 2018, en total 264,945 personas solicitaron asilo, y 38,687 lo recibieron; es decir que el 14.6% de solicitantes ganan su caso, según estadísticas del informe del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés). En comparación, 31,010 mexicanos solicitaron por asilo, y 1,361 mexicanos lo recibieron. 4.4% de solicitantes mexicanos lograron el estado de asilo, según el mismo reporte.

El futuro de la lucha por asilo

Con los programas que TQP ofrece para apoyarlos, Figgins cree que puede cultivar una comunidad segura para los migrantes LGBTQ.

“Podemos crear un mundo donde muchos otros mundos caben”, dijo Figgins, citando a Bety Cariño, una activista latina de los derechos humanos. “Es exactamente lo que pienso cuando habló sobre la historia de Deybeth, porque también tenemos la historia de Krystal y la historia de Karla y la historia de Hyra y tantas historias diferentes. Estamos cultivando un mundo colectivamente en el que estas historias caben. Esa es nuestra misión política”.

Aunque Deybeth siempre supo quién era, desde su infancia se sintió solo y rechazado por la sociedad. En TQP se conectó con personas que tenían vivencias similares.

Cuando conoció a algunas personas transgénero, muchas de esas mujeres, se presentaban dando a conocer su identidad de género y Deybeth dice que se sentía confundido “¿y, yo qué soy?”. Entonces esto me dio una inspiración y el poder de empezar a decir quién era, de empezar a decir: “Yo soy Deybeth, y soy un hombre transgénero”.

Fue como tener de pronto un lugar seguro, y a eso se sumó recibir herramientas para poder “arreglar su estatus” en el país. “Muchas veces no sabemos que podemos tener esa oportunidad”, agregó.

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Hoy en día, Deybeth es un líder en la organización, y ofrece apoyo y consejos a nuevos miembros de TQP. Como el coordinador del Proyecto de Defensa, organiza juntas de información para que se preparen para solicitar asilo y presentar sus casos. Deybeth se siente bien de que puede ayudar a personas en su situación.

Un martes de noviembre Deybeth tomó el micrófono para presentar las actuaciones, mientras celebran la historia y comunidad transgénero en el evento Honor y Resistencia Trans. Los intérpretes bailan y lipsync a varios tipos de música para honrar a la comunidad transgénero.

Deybeth sonríe con una fuerza brillante entre los participantes emocionados. Puede sentir la energía y la sensación de ser parte de esta sociedad.

“Es algo bonito poder decirle a nuestra comunidad que en estas situaciones de asilo y todas estas cosas, lo que cuenta es nuestra voz y nuestra experiencia de lo que nosotros hemos vivido”, finalizó.

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