Grandes tubos de plástico vacíos ahora ensucian el suelo donde alguna vez estuvieron toboganes de agua color turquesa de varios pisos.
Es el final de una era para el parque acuático que ha llamado hogar a Tempe durante cinco décadas.
Phil Dexter creó el parque acuático Big Surf en octubre de 1969 y trajo el océano al desierto. El sello distintivo del parque fue la primera piscina de olas artificiales surfeable del país. La piscina fue invención del propio Phil.
Más de 50 años después, la piscina de olas se convirtió en un enorme parque acuático. Pero al comienzo de la pandemia de COVID-19, Big Surf cerró y nunca volvió a abrir.
La propiedad de 35.5 acres recibió más de 30 ofertas, según Velocity Retail Group, que se asoció con CBRE y Ross Brown Partners para cotizar y negociar la venta.
El vendedor del parque acuático, ubicado en McClintock Road al norte de la autopista Loop 202, fue Inland Oceans, Inc.
Finalmente, Overton Moore Properties, una empresa con sede en California, compró la propiedad por $49 millones.
No está claro cuáles son los planes de la compañía para el terreno.
A principios de este año, se subastaron equipos y partes del parque. Keith y su familia pudieron conservar muchos de los artículos nostálgicos, asegurando que los recuerdos de su familia durarán toda la vida.
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