PHOENIX — Los Bravos de Atlanta castigaron ayer a los Astros de Houston por pizarra de 7-0 en el Juego 6 de la Serie Mundial para coronarse como campeones de la Serie Mundial de las Grandes Ligas por primera vez desde aquel lejano 1995.
Había dudas si el zurdo Max Fried iba a poder reponerse después de tener dos salidas complicadas, pero pudo lucirse en la lomita lanzando por espacio de seis entradas dejando a los Astros silenciados.
El cubano Jorge Soler le conectó un enorme cuadrangular de tres carreras al venezolano Luis García en la tercera entrada, un cañonazo que se fue literalmente a la calle. La esférica abandonó el Minute Maid Park.
Con esta victoria, los Bravos consiguieron en total su cuarto título de la franquincia y el segundo para la ciudad de Atlanta, dónde no se coronaban desde 1995.
En 1914 ganaron la Serie Mundial en la ciudad de Boston, y en 1968 los Bravos también ganaron cuando jugaban en la ciudad de Milwaukee.
Max Fried tuvo foja de 14-7 con efectividad de 3.04 en la temporada y 7-1 con efectividad de 1.56 en sus últimas 12 salidas.
Durante la campaña había permitido 15 imparables y 10 carreras limpias en 9.2 entradas en sus últimas dos salidas ante los Dodgers de Los Angeles en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y en el juego 2 del Clásico de Otoño en Houston.
El zurdo tuvo una fuerte batalla y terminó la velada con seis entradas de labor, permitiendo cuatro imparables, no dio pasaportes y logró seis chocolates.
Puso la pelota 50 veces en zona de strike elaborando un total de 74 lanzamientos, teniendo la labor más larga de todos los abridores en la rotación en la Serie Mundial del 2021.
Además de Soler, los bateadores de poder Dansby Swanson y el primera base Freddie Freeman también conectaron cañonazos de vuelta entera y Ozzie Albies logró llegar al pentágono en par de ocasiones.
Atlanta superó 11-2 en cuadrangulares a los Astros de Houston una de las novenas que más bateo en la temporada.
Al termino del partido se nombró a Jorge Soler como el Jugador Más Valioso (JMV) de la Serie Mundial, que ganaron los Bravos de Atlanta, una novena que jugaba por debajo de .500 cuando llegó la pausa del Juego de Estrellas en el mes de julio.
Soler bateó para .300 con tres jonrones y seis carreras impulsadas para convertirse en el segundo cubano que es elegido JMV de una Serie Mundial.
El lanzador derecho Liván Hernández lo logró con los Marlins de Florida en aquel 1997.
Por otro lado, a sus 72 años, el piloto de los Astros Dusty Baker dijo que quiere seguir al frente de la novena de la ciudad espacial para tratar de ganar el único título que no ha conquistado en una larguísima carrera en las Ligas Mayores, poder ser campeón del Clásico de Otoño como manager.
Sigue sin ganar una Serie Mundial, perdió por segunda vez la oportunidad, como sucedió en el 2002 cuando manejaba a los Gigantes de San Francisco. Ha dirigido por 24 temporadas y es el único manager que ha sido campeón divisional con cinco equipos diferentes.
El dueño del equipo, Jim Crane, dijo que sus Astros seguirán compitiendo de la manera en que han hecho durante casi una década y que analizarán todos los aspectos que costaron el segundo campeonato en la historia de la franquicia.
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