Se han hecho públicas las primeras imágenes de las condiciones en las que se encuentras familias detenidas por la patrulla fronteriza al sur de Texas tras ingresar a Estados Unidos ilegalmente.
No se les permitió a los periodistas tomar fotografías ni entrevistar a los más de 1,100 detenidos en las instalaciones McAllen, Texas durante un breve recorrido el domingo.
El lunes, la Oficina de Asuntos Públicos de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos hizo público un video de 33 segundos desde las instalaciones.
En el video se ven hombres, mujeres y niños esperando dentro de una serie de jaulas conectadas con cerco, colchones en el piso y grandes hojas de papel plateado que sirve de cobijas.
La patrulla fronteriza dijo que cerca de 200 de las personas dentro de sus instalaciones eran menores que viajaban sin uno de sus padres.
Otros 500 eran “unidades familiares”, padres con niños. Muchos de los adultos que cruzan la frontera sin permiso legal pueden enfrentar cargos y ser trasladados a una cárcel, alejándolos de sus hijos.
Cerca de 2,000 niños han sido arrebatados de sus padres desde que el Procurador General Jeff Session anuncio la política de “cero tolerancias”, la cual permite a los agentes de Seguridad Nacional a entregar a todos los detenidos para ser acusados formalmente. Mientras que grupos religiosos y en pro de los derechos humanos han criticado fuertemente la política de inhumana.
El reportero noticias de la cadena CBS, David Begnaud describió como “un silencio espeluznante” dentro de las instalaciones.
Los agentes encargados de las instalaciones, mayormente conocida como “Ursula” por el nombre de la calle en la que se encuentra, dijeron que todos los detenidos tienen el mismo acceso a comida, a bañarse, lavar su ropa y a recibir cuidado médico.
Se supone que la gente va y viene de esas instalaciones de manera rápida, no más de 72 horas.
Bajo la ley de los Estados Unidos, se requiere que los menores se trasladen a los albergues financiados por el Departamento de Salud y Recursos Humanos.