Un estudio realizado en Inglaterra en julio de este año intento responder a la pregunta: ¿Causan los autorretratos (selfies) que se propaguen los piojos?
El estudio no necesariamente encontró la causa, pero si una fuerte conexión.
Científicos pusieron a prueba a más de 200 niños y descubrieron quienes tenían un teléfono inteligente o una tableta, eran doblemente propensos a tener piojos que los que no tenían aparatos electrónicos.
En cuanto el doctor Rubén Espinoza, pediatra de Baner miró el estudio, se le ocurrió algo.
“Que es lo que hacemos cuando nos tomamos selfies? Nos acercamos y cuando acercamos la cabeza a las de los demás, los piojos se trepan de una cabeza a otra”, dijo Espinoza.
Agregó que ha estado viendo que niños más grandes de lo normal, ahora resultan con piojos.
Históricamente, era común que niños de entre 3 y 11 años tuvieran pijos. Ya que es la edad en la que los niños andan en grupo, es más común que junten sus cabezas y los insectos se pasen de uno a otro.
Para cuando los niños son adolescentes, ya desarrollan un sentido de espacio personal. Ya no juegan tan cercanos unos a otros y bajan las posibilidades de que se contagien con pijos disminuyen.
Aunque en los últimos años, ese no ha sido el caso.
“Durante los últimos años, he visto más casos entre jovencitas de entre 13 y 14 años”, comentó Espinoza.
La teoría es, con la popularidad de las selfies, las personas se acercan más los unos a otros para tomas la fotografía. Al hacer eso, los piojos toman aprovechan para subirse a otra persona.
“No queremos crear pánico, en términos de no tomarse selfies, ya que es algo social y divertido. Todos queremos pasarla bien, solo procedan con precaución”, concluyó Espinoza.