PHOENIX — Un milagro navideño se desarrolló en un vecindario del Valle después de que una familia recibió un diagnóstico impactante: un tumor cerebral en una niña de 12 años de Ahwatukee.
Hope Defenderfer está ahora en casa y se está recuperando con su familia.
Su madre, Ann Trent, dice que el amor que esta familia está experimentando en la comunidad está más allá de cualquier otra cosa que pudieran haber imaginado.
“Es difícil expresar con palabras como madre, a dónde va tu corazón cuando el médico me sacó al pasillo y me dijo: “Encontramos un tumor”, dijo Trent.
Los médicos descubrieron esa masa en Hope, de 12 años.
“Cuando mi mamá dijo que tenía un tumor, realmente no sabía qué hacer”, dijo Hope.
Empezó a explicar por qué últimamente había tenido dolores de cabeza y mareos. La noticia golpeó fuerte y rápidamente a su familia.
“Nunca había escuchado la historia de nadie sobre un tumor ni había conocido a nadie que tuviera un tumor”, dijo Hope. Mientras luchaba por ser fuerte, el diagnóstico también hizo que su madre se arrodillara.
“Por más difícil que fuera no especular y preguntarme qué podría ser, inmediatamente pensé lo peor, temí lo peor”, dijo Trent. “Oré con más fuerza que nunca en mi vida”.
Esas oraciones trajeron para Hope rápidamente respuestas milagrosas.
“Sabíamos que íbamos a estar bien cuando, antes de la cirugía, el neurocirujano nos dijo: ‘Si vas a tener un tumor cerebral, éste es el que debes tener’“, dijo Trent.
Trent dice que en cuestión de días, a principios de este mes, el tumor de Hope fue diagnosticado y se encontró que era benigno y fue operado, e incluso fue dada de alta del Phoenix Children’s Hospital días después de la cirugía. Desde entonces, los milagros siguieron llegando.
Los amigos y colegas maestros de Trent que ya habían recaudado miles de dólares este año para ayudarla a ella, una madre soltera, a comprar una casa, rápidamente volvieron a ayudar.
“Todos a su alrededor saben cuánto da, y creo que se completó el círculo cuando viste a todas estas personas donar para ayudarla”, dijo Wendy Hill.
Su casa estaba llena de decoraciones y comida por dentro, donaciones para pagar facturas médicas y otra sorpresa había afuera cuando llegaron a casa del hospital.
“Nos detuvimos y vi los inflables y vi todas las luces y las coronas y pensé que era increíble”, dijo Hope.
Andy Lane y Holiday Helpers, una empresa local que pone luces navideñas, le dieron color a la casa de Hope.
“Casi te dan ganas de llorar porque lo he vivido. Sé lo que es estar en un hospital “, dijo Lane. “Cualquier sonrisa que puedas darle a alguien en un momento como este no tiene precio”.
Luces de colores que hacen que su recuperación sea más brillante. Hope incluso pudo agradecer en persona a Andy y a las amigas de su madre, quienes le devolvieron el amor más de una vez este año.
“Le digo que nunca podré contar esta historia sin llorar”, dijo Trent. “Estoy tan orgulloso de ella”.